De sentimientos, dignidad y miserias
A veces una ostia duele menos.
Eso de que los humanos hayamos sido bendecidos con el don de la palabra a veces, se vuelve en nuestra contra, eso suele pasar cunado las palabras no se dicen sino que se escupen.
Siempre fui muy visceral e incapaz de controlar mis emociones tanto en lo bueno como en lo malo, de analítica me tocó poco.
Soy sensible pero no pamplinera, me gusta que me quieran (a quien no?) pero disfruto más queriendo. La autoestima y la dignidad van aumentando con el paso de los años fruto de la madurez y los "socavones" de nuestra existencia.
Por lo demás soy muy normal y me encanta, ¡viva la normalidad y la mediocridad!, ni excesivamente lista ni excesivamente tonta, ni guapa ni fea, ni mala ni buena, ni ágil ni torpe, ni sofisticada ni sencilla...y bastante simple, que no simplona.
Mi lista de defectos es como la de cualquiera...larga y cometo errores...como cualquiera.
Pero por encima de todo no soy una trilera emocional, yo no trafico con mis sentimientos, sobre todo porque son sinceros y porque no están en venta. Me gusta más reir que llorar, evidentemente, pero los dos actos me brotan sin ensayo, sin premeditación. No soy una actriz de sentimientos, no me pagan por ello ni en dinero ni en especie.
Hay cosas que me dan pena o mejor dicho tristeza, como los pensamientos retorcidos y/o mal interpretados.
Necesito cariño y atención pero como cualquiera, ni más ni menos. Y no voy a decir eso de que me sobran ambas cosas porque creo que nunca están de más, al contrario, que el mundo está faltito, faltito.
Después de este desembuche emocional terapéutico, me siento más aliviada. Tenía el corazón "cargao" oye. Mucho mejor.
4 Comments:
"de analítica me tocó poco".... lo que viene después no lo hubiera descrito con mayor precisión ni el mejor psicólogo de Argentina. Increíble. Tienes razón en todo y añadiría que: no uno de los defectos sino una de las virtudes del ser humano es que somos rematadamente contradictorios. Creo que es una habilidad desarrollada para la supervivencia. Y no creas que me gusta mucho. Otra cosa es que se practique consciente o inconscientemente. Ahí es donde podemos entrar a debatir el asunto. Finalmente decirte, por lo que a esta identidad temporal se refiere, que te aprecio y quiero mucho. Lo hice y lo haré, con mayor o menor fortuna, pero por mi parte yo seguiré en la brecha. Besos
"...soy muy normal y me encanta..." Y también nos encantas a nosotras, guapetona... Una alegría veros el viernes, aunque fuesen cinco minutos escasos. Besinos mil pa nuestros chelitos.
La verdad no sé que decir, acabas de dejarme "payá", ............puede que a mí también me pase,y no me diera ni cuenta hasta que ahora que leí esto........ que fuerte, que no me diera ni cuenta!
Hola Betty, después de "analizar" tu comentario, sólo puedo decirte gracias por estar ahí. Yo también te quiero y aprecio mucho. Espero que la "brecha" nos traiga alegrías y buenos sentimientos. Besos.
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